1. Salir a distraerme. El día en que me llegan las contracciones serias trato de realizar mis compras de último minuto, ya que me tomará tiempo volver a salir de casa. Me distraigo en las tiendas o realizando los pendientes siempre acompañada de alguien en todo momento.

 

2. Comer bien y tomar mucha agua. Nunca se sabe cuánto durará el trabajo de parto, así que procuro comer y estar satisfecha para tener la energía necesaria. Es recomendable comer frutas y verduras o algo ligero que no irrite el estómago, pero yo siempre termino comiendo unos tacos o burritos. Además tomo mucha agua ya que llegando al hospital sólo me darán un vaso con hielo.

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3. Estimular mis pezones. Ya sea de forma manual o utilizando un extractor de leche, el estimular los pezones ayuda a aumentar los niveles de oxitocina en el cuerpo, haciendo que las contracciones aumenten de intensidad y por lo tanto hacen que el cervix dilate.

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4. Caminar, caminar y caminar. No hay mejor remedio natural que caminar y hacerlo exageradamente. En casa o en el hospital, trato de caminar levantando las rodillas hacia el pecho con cada paso que doy para ayudar a que el bebé se posicione y esté listo para salir.

 

5. Tomar un baño con agua caliente. Cuando las contracciones se vuelven más y más intensas, el tomar un baño con agua caliente me ayuda a sobrellevar el dolor de las contracciones.